13 feb 2011

Ni río, ni mar...


Dices extrañar...
la cálida inocencia de mis ojos,el rubor tenue de mis mejillas,
la suave fragancia y el exquisito néctar de mis labios...
Yo tambien he llorado al mirar: la palidez de mi rostro,
los ojos sin alma,  los labios amargos.

He llorado...
porque no podré volver a cantar tu nombre, reír con tus ojos,
leer tu alma, encontrarme en tus labios. Dejé de existir
cuando decidí saciar tu sed, permitiendo que me convirtieras en agua.

Hoy ni río ni mar. Ni cielo ni estrella. No soy luna.
Soy un desierto, la desolación después del terremoto.
Solo un meteoro, en la inmensidad del Universo...

Szív Márquez.








Las 12 en punto.

   La puerta estaba entreabierta, vio unos pies que traían puestas unas sandalias moviéndose por debajo de la puerta de aquella habitación, ...