Escribe, escribe...
que tu voz vuele sobre la blanca montaña
matizando colores.
profundizando el
espacio
infinito.
Atrapa las palabras en cada estrella.
Escribe, escribe...
como si te fuera en ello la vida
escucha la fuerza de cada palabra
el susurro,
los silencios,
la marcha.
Contempla en la página
el canto furtivo del sol.
la mirada intermitente del universo.
Mira como gota a gota
florece en los ojos la flor plateada.
¡El canto de la vida!