Por primera vez sintió el aire y el aroma del mundo... sus ojos no podían creer lo que observaban
el cansancio, dolor, preocupación y alegría en cada rostro formaban una red multicolor a su paso. Los percibía como si cada cuerpo, ojo, mano y pies fueran al mismo tiempo su propio cuerpo, ojos, manos y pies. Entonces experimentó un gozo profundo, ancianos y niños, hombres y mujeres existían, estaban ahí... eran su familia.