Podría gritar piedras ante el caos en mi cabeza.
Un flujo espeso brota, al chocar ante la realidad,
el cielo se llena pronto de una densa niebla color mostaza.
Pero no hay voces, ni sonidos en mi.
Solo una impotencia infinita, ante la fuerza brutal.
No hay palabras, solo una sensación de desconcierto...
La vaguedad, la ambigüedad manifiesta que deja el cielo muy cerca al infierno.
El descaro, el rostro del dragón cercano.
Gritos, voces, pies que corren, el golpeteo del miedo por unos instantes...
En el aire azufre y fuego.
Cascos y trotar de caballos.
Szív Márquez
Un flujo espeso brota, al chocar ante la realidad,
el cielo se llena pronto de una densa niebla color mostaza.
Pero no hay voces, ni sonidos en mi.
Solo una impotencia infinita, ante la fuerza brutal.
No hay palabras, solo una sensación de desconcierto...
La vaguedad, la ambigüedad manifiesta que deja el cielo muy cerca al infierno.
El descaro, el rostro del dragón cercano.
Gritos, voces, pies que corren, el golpeteo del miedo por unos instantes...
En el aire azufre y fuego.
Cascos y trotar de caballos.
Szív Márquez
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