Me había acercado a aquél grupo con la intención de despedirme, entonces escuché los comentarios acerca de la importancia de educar a la gente para que ésta lograra valorar el quehacer cultural. Un hombre de barba gris, gafas oscuras, alto, delgado y con aire europeo comentó que era necesario realizar actividades culturales de forma sistemática... escuchar su voz fue como despertar de un letargo, la armonía de sus graves trajeron un recuerdo. Lo miré fíjamente. -No, no es po...sible- pensé. Y mientras el grupo continuaba hablando del tema me acerqué a él solo por quitarme la duda y dije: -Usted se me hace conocido. En ese momento bajo sus gafas, me miró con sus ojos de llama -Puede ser- contestó sonriendo. Mi tiempo se acortaba así que me despedí pronto del grupo. - Adiós maestra- pronunciaron sus labios, pero el mensaje a mis oidos fue "Por aquí nos estaremos viendo". Y para mis adentros exclamé: ¡Fantástico! aparte del tiempo que debo ahorrar, ahora debo preocuparme por una prueba más. Hacía más de diez años que mi ángel de la guarda no me visitaba.
Szív Márquez
Szív Márquez
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