Temprano, muy temprano discuto los sabores de la mañana o entiendo mi gusto por la tarde y la noche lluviosa.
Entablo sueños aún en el abismo de un café americano, aunque a veces prefiero un jugo de naranja, será porque cada naranja despide a gotas el sol...Mi pensamiento juega: quizás el punto exacto es ahora, cuando mi vaso está medio lleno.Ante la transparencia del cristal puedo mirar la distancia.
La distancia me permite Ser, observar el ayer, el ahora. Entender unas manos, una palabra, un gesto, los mil gestos... Las mil gracias, el camino no es un laberinto aunque lo parezca.
Adoro la noche lluviosa aunque exista el recuerdo triste de un suéter gris y baldosas mojadas.
Como mis ancestros sigo recibiendo fuerza del sol, cada vez que exprimo algunas naranjas para hacer jugo... El jugo de los adioses...
Szív Márquez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario