10 nov 2010

Oscuridad

 Grité ¡Ayuda! ¡Auxilio! pero nadie me escuchó...intenté no desesperarme logré girar... como pude salí del lago y me quité los patines,  me incorporé... a lo lejos venía un auto. Yo seguía entretenida quitándome los amarres, así empapada como estaba lo único que me importaba era quitarme las ligas. En el auto, un par de chicos con la música a todo volumen y comiendo sabritas platicaban sin poner atención en otra cosa... se acercaban a una gran velocidad hasta donde yo me encontraba. No los vi, el impacto fue terrible.

Al abrir los ojos me encontré en un salón amplio, muy amplio con grandes columnas ahí tres amigos colgaban adornos para una fiesta... Me acerqué despacio, en silencio -¿Y Szív? preguntaron, - No lo se, hace rato que no la veo. Entonces, notaron mi presencia y me saludaron. Uno de ellos sintió al verme algo raro y comentó -¿Es Szív?. En ese momento mi imagen desapareció. Ahí recordé todo: los amarres, los patines, el lago... un carro a gran velocidad...oscuridad.


Szív Márquez

No hay comentarios:

Realidad etérea

  No hay neblinas blanquecinas  ni miel surgiendo a borbotones justo a mitad del plexo. Solo un espejo translúcido elevándose hasta la perpe...